Son las 6:45 AM. de un día lunes en la comuna de Peñalolén, aún no amanece y María Paz Santibáñez se encuentra en el paradero de Av. Grecia con Sánchez Fontecilla para dirigirse a su trabajo ubicado en Condell con Rancagua. Lo lógico sería que la viéramos esperando la micro en el paradero con dirección al Oeste, sin embargo no es así.
Por Av. Grecia pasan las troncales 507, 506 y 506E. Maria Paz espera cualquiera de las 3 en un paradero, que de paradero sólo tiene el letrero, hasta que toma la 506 exactamente a las 7:00 AM, se va sentada y con aproximadamente 10 personas más.
Se baja en Av. Grecia con Las perdices, cruza la calle y vuelve al paradero, esta vez un paradero lleno de gente mirando el reloj constantemente; ella esperando nuevamente las tres troncales, sin embargo ahora con dirección al Oeste y preocupada de no tomar la micro con el mismo número que tomó hacia arriba para que no le cobren un pasaje más y su pasaje salga $0.
Esta rutina la empezó a desarrollar en Abril de este año luego de que su doctor le diagnosticara una discopatía en la espalda y le prohibiera estar parada más de 30 minutos seguidos, tiempo que representa la mitad de lo que se demora durante el viaje a su trabajo y que por supuesto lo realizaba de pie.
“En mis fieles 691 o 634 nunca me fui parada, porque pasaban súper seguidas”, recuerda Maria Paz.
Debido a este problema, la solución que María Paz encontró fue tomar primero una micro que la dejara en un paradero mucho más arriba de donde lo tomaba siempre, y luego desde ahí tomar otra hacia abajo, sólo de esta manera descubrió que podía irse sentada todo el viaje, método que por supuesto debió iniciar con la llegada del Transantiago.
María Paz me cuenta que para ella esta nueva forma que tiene para movilizarse no es netamente responsabilidad del Transantiago; “Si no tuviera este problema a la espalda quizás no estaría alegando, ni tampoco tendría que darme la vuelta del perro, me iría parada como todo el mundo y listo”, menciona. Y me dice que ella cree que este nuevo sistema de movilización en Santiago es un proyecto que va a ir evolucionando y cada vez mejorando más.
Ella está dispuesta a seguir realizando su rutina diaria para poder ir sentada en la micro como lo indicó su doctor, y a pesar de dar “la vuelta del perro” que ella misma dice que tiene que dar, no culpa al Transantiago, al contrario, termina la entrevista comentándome que si todos ponemos un poco de nuestra parte, el nuevo sistema de transporte público va a funcionar.
Sin duda María Paz a sus 26 años es una joven positiva, y nos plantea creer más en nosotros mismos para tener una mejor calidad de vida, que en los políticos que supuestamente la manejan.
domingo, 19 de agosto de 2007
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2 comentarios:
Aunque el último párrafo es totalmente prescindible, esta es una excelente historia. Y aunque no tiene demasiado transfondo social, de todas maneras uno se da cuenta de que Transantiago sí alteró la vida de esta joven. Bien. Está PARA MOSTRAR.
Yo hacía lo mismo en un principio. Tomaba la micro hacia arriba hasta la rotonda grecia y luego la tomaba para abajo. Pero no era pa poder ir sentado. Era para poder subirme a la micro.
Felizmente ahora hay mayor frecuencia y no tengo mayores problemas.
Vuelta del perro.
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